Hoy 18 de junio se celebra el Día de la Gastronomía Sostenible, una iniciativa de Naciones Unidas cuyo objetivo es reconocer este “arte” de preparar una buena comida como una expresión de la diversidad natural y cultural del mundo.
¿Qué es la gastronomía sostenible?
Para entender este término de nuevo cuño podríamos repasar ambos términos, “gastronomía” y “sostenible”.
Según la RAE, la gastronomía engloba varias ideas: el “arte de preparar una buena comida”, “la afición al buen comer” y “el conjunto de los platos y usos culinarios propios de un determinado lugar”. Por otro lado, el adjetivo sostenible apela a algo “que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente”.
En palabras de Naciones Unidas “la gastronomía sostenible celebra los ingredientes y productos de temporada y contribuye a la preservación de la vida silvestre y nuestras tradiciones culinarias”. En definitiva, se trata de una cocina que tiene muy en cuenta el origen de los ingredientes usados, cómo se obtienen y cómo llegan hasta nuestras despensas.
¿Por qué la sal marina de Bras del Port es un ingrediente sostenible?
La producción de sal marina que realizamos desde Bras del Port, en el corazón del Parque Natural de las salinas de Santa Pola, es sostenible, generadora de ecosistema y biodiversidad. El indiscutible valor ambiental de este paraje avala su reconocimiento como humedal de importancia internacional incluido en el listado RAMSAR, así como en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana y en la Red Natura 2000 de Lugares de Interés Comunitario (LIC) y su declaración como Zona de Especial Protección para las aves (ZEPA) por la Unión Europea.
La industria salinera de Bras del Port se remonta al año 1900 y desde entonces hasta la actualidad, aunque muchas cosas han ido evolucionando, lo fundamental permanece. Nuestra materia prima sigue siendo el agua de mar, que va evaporándose y concentrándose gracias a la acción del viento y del sol. Además, la creación de extensos humedales salobres ha ido configurando a lo largo de los años un paraje natural de alto valor ecológico que es el hogar de numerosas especies de aves, peces, plantas, invertebrados, microorganismos, reptiles… Todos ellos en armonía con el trabajo salinero en una simbiosis industria-naturaleza única en la que la una sin la otra no podría existir.
Por todo ello, te animamos a consumir sal marina por su sostenibilidad, por su importancia como protectora de los humedales y la biodiversidad a ellos asociada. El condimento más sostenible con el que aderezar los platos de tu día a día.