El 22 de mayo se conmemora el día Mundial de la Biodiversidad Biológica, una efeméride impulsada por Naciones Unidad para concienciar sobre la amenaza que supone para el plantea y la humanidad la pérdida de biodiversidad. En este día desde Bras del Port queremos destacar la importancia de la sal, ya que a menudo se pasa por alto su importancia, para la vida en la Tierra. Más allá de su uso culinario, la sal juega un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de los ecosistemas.
La importancia de la sal en los océanos
Los océanos, que cubren el 71% de la superficie terrestre, albergan una asombrosa diversidad de vida marina. La salinidad del agua de mar, alrededor del 35%, es esencial para la supervivencia de innumerables especies y para la estabilidad de los seres vivo y el medio ambiente. Además, un equipo de la Universidad de Purdue ha descubierto de la que la presencia de sal en el mar contribuye al impacto climático, lo cual hace posible la vida en la Tierra. En esta investigación se muestra que en las zonas con climas más cálidos sus océanos tienen una salinidad mayor, lo que puede ser clave para que el planeta esté capacitado para tener vida.
Los humedales salinos
Los humedales salinos son un oasis de biodiversidad, que se ha convertido en el hogar ideal de numerosas especies de plantas y animales adaptados a las condiciones salinas, incluyendo aves migratorias, para las cuales las salinas marítimas se convierten en un refugio donde hacer un alto en el camino de sus largas rutas migratorias.
En las salinas marinas existe una simbiosis entre la industria y la naturaleza, donde ambas son protagonistas inseparables. La una no podría existir sin la otra. Si la actividad cesara, los humedales se secarían, la vida se extinguiría y este tesoro natural se perdería para siempre. De igual manera, sin la riqueza biológica que albergan las salinas, nuestra labor sería imposible.
Diversidad Biológica en Bras del Port
Bras del Port se encuentra dentro del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, un espacio natural protegido y que tiene más de 2.500 hectáreas. Dentro de las Salinas de Santa Pola habitan gran cantidad de aves, peces, vegetación e incluso seres de menor tamaño como la artemia salina, un diminuto crustáceo que es el principal alimento de los flamencos, además de barias bacterias y algas.
La especie más numerosa la constituyen las aves, ya que los charcos de agua salobre son el medio ideal para lo flamencos, gaviotas, garzas, patos, chorlitejos, etc. Las salinas también son un refugio para las aves migratorias, ya que muchas hacen un alto en el camino de sus largas rutas para descansar en ellas. De igual modo en este entorno se mueven una multitud de peces como el fartet, que es típico de la Comunidad Valencia, o el mújol. Igualmente, el reino vegetal se desarrolla en entornos extremos de elevada salinidad dando paso a la salicornia o el limonium santapolense, que únicamente habita en este espacio natural.
Bras del Port ha creado un ecosistema único, lleno de vida y próspero gracias a su actividad salinera, donde el viento y el sol son fundamentales para obtener sal marina natural. Durante más de un siglo, se ha logrado un equilibrio perfecto entre la naturaleza y la industria, beneficiándose mutuamente en una simbiosis industria-naturaleza. La producción de sal es crucial para mantener las condiciones del hábitat, con el movimiento constante del agua marina y la presencia de avifauna, algas y microorganismos que contribuyen a este proceso. Así, las salinas no solo producen sal, sino que también generan y mantienen un rico ecosistema.