¿Por qué elegir sal marina?
En el mercado existen muchos tipos de sal pero no todas son iguales, variables como composición, modo de producción, origen e impacto ambiental establecen diferencias entre unas y otras.
Si hablamos de su composición, desde el punto de vista legal, en España, la concentración de cloruro sódico de la sal debe ser de, al menos, un 97%. La sal marina complementa ese cloruro sódico con oligoelementos tales como el yodo, el potasio o el magnesio.
Si nos referimos al origen de la sal, también hay diferencias. Tanto la sal marina como la sal de manantial salado o la de mina (o sal de roca, como por ejemplo la del Himalaya) tienen un origen natural. No obstante los métodos de producción pueden ser muy distintos, así como sus efectos en el medioambiente.
La sal de mina requiere para su extracción del uso de explosivos, perforaciones y el empleo de grandes cantidades de agua, lo que supone una agresión al medio. Por otro lado, la llamada “sal vacuum”, que es la que solemos encontrar en los saleros, se obtiene por la evaporación forzada de la salmuera (agua salada). La consecuencia es un alto consumo energético para la obtención de una fuente artificial que genera una importante huella de carbono. Además, se suelen usar productos químicos para la purificación de esta.
Finalmente, cuando hablamos de la producción en las salinas marinas, hablamos de un mineral, la sal, cuya obtención se basa en una fuente natural (el agua del mar) y una evaporación en la que únicamente intervienen energías limpias como el sol y el viento. Además, las salinas marinas, por el mero hecho de existir, generan ecosistema y favorecen la conservación medio natural y los oficios tradicionales.
¿Cuál es el papel de las salinas marinas en la creación de ecosistemas?
Mucha gente desconoce el universo de las salinas marinas, cómo funcionan y su importancia para la conservación de la biodiversidad.
La producción de sal marina se basa en la circulación del agua del mar mediante un circuito de lagunas de gran extensión y poca profundidad. El agua se va evaporando lentamente por acción del viento y el sol, cristalizando la sal en la superficie y cayendo al fondo de las lagunas. Esta sal cristalizada se queda al fondo, formando una capa dura que será recolectada (o “cosechada”), en el caso de Bras del Port, durante el mes de agosto.
Al mantener estas lagunas saladas con agua durante todo el año, se genera un ecosistema de humedales que se convierte en el hogar ideal de numerosas especies de aves, peces y flora. Quizá la especie más emblemática de las salinas marinas sea el flamenco, de enorme belleza y elegancia, que ha encontrado en estos espacios naturales un lugar ideal para criar.
La actividad de las salinas marinas se convierte así en un bello ejemplo de simbiosis industria-naturaleza. La una sin la otra no podrían existir. Si cesara la actividad de esta industria, los humedales se secarían, la vida desaparecería y se perdería este tesoro natural y sin la biodiversidad propia de las salinas marinas, no podríamos hacer nuestro trabajo.
Las salinas Bras del Port están enclavadas en el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, en la provincia de Alicante. Un entorno natural de alto valor ecológico de más de 2.500 hectáreas de extensión, con más de 40 especies, que fue declarado como tal en 1988.
Cuando pienses en este humilde condimento, la sal marina, piensa que detrás de él hay mucho más de lo que imaginas. Podrías ayudar al mantenimiento de ecosistemas de gran riqueza e importancia para nuestro planeta con un sencillo gesto como comprar sal marina de Bras del Port.